Historia dura

Píldora 214.

En este email aprenderás:

• Historia dura.

• Reflexiones para tu salud.

Tiempo de lectura: Menos de 2 minutos.

Hoy te traigo una historia potente, te hará pensar.

El otro día estaba hablando con un compañero de trabajo que tiene diabetes y al cual le intento motivar y ayudar en su alimentación.

Me crucé con él en el pasillo como es típico en nosotros y charlando un rato sobre salud me contó una historia que se me ha quedado totalmente grabada, pues me quedé paralizado debido a la gran verdad inmersa.

Atento, pues me dijo lo siguiente:

"Mi padre trabajaba en un taller y tenía un jefe, que era el fundador de la empresa. A sus 83 años iba todos los días a trabajar, era la típica persona que no paraba, siempre estaba caminando y diciéndole a la gente que quería que el trabajo estuviera bien hecho siempre.

Un día, el padre de mi compañero de trabajo, se acercó a su jefe y le preguntó:

• Jefe, ¿por qué a su edad sigue tan activo? ¿por qué no se jubila ya?

• Mira chaval, te voy a contar una cosa que es clave en la vida. El día que no venga aquí es porque me caído al suelo, al día siguiente me levantaré y vendré a trabajar, pero al segundo día que me vuelva a caer al suelo, me levantaré pero ya no volveré a andar igual y el día que no ande, dame un año para enterrarme."

Y así pasó...un día el jefe no vino porque se cayó al suelo, se volvió a caer a los meses y al año le enterraron...con 85 años.

Sé que esta historia es emocional y te va a llegar, ahora estarás pensando muchas cosas.

Pero antes o después de que pienses te voy a dejar aquí unas reflexiones que son clave:

1. Los niños no paran quietos porque tienen mucha vitalidad.

2. Según creces te mueves menos porque tienes menos vitalidad.

3. Cuando eres anciano ya casi ni te mueves porque casi no tienes vitalidad.

...

Ahora que sabes la historia del jefe quiero que inviertas la ecuación que te acabo de proponer:

1. Los niños tienen mucha vitalidad porque se mueven.

2. Según creces tienes mucha vitalidad porque te mueves más.

3. Cuando eres anciano tienes un poco más de vitalidad porque te mueves un poco más.

Vitalidad = Vida.

Vida = Movimiento.

Muévete, y punto.

No dejes que la falta de vitalidad te consuma y finalmente no te muevas, invierte la ecuación. Muévete para tener vitalidad.

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Te marcaré una hoja de ruta para luego ver el antes y el después de tu transformación personal.

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