¿Error?

¿Error?

Píldora 169.

En este email aprenderás:

  • Error muy común al ponerte objetivos.

  • No es suficiente tener un plan.

  • Consejo de Epicteto para ponerte objetivos y hábitos.

Ahora que estamos a principios de 2023 seguro que te has marcado algunos objetivos o metas que cumplir.

Voy a hablar de un error muy común a la hora de establecer objetivos ya que por lo general, esto no suele ser suficiente.

Los objetivos sin un plan no son más que deseos. Con los objetivos claros, debes definir las acciones concretas que te ayudarán a alcanzarlos.

Dicho esto, no cometas el error de esperar el plan perfecto. No necesitas ver la cima de la montaña para dar el primer paso.

"Para llevar una buena vida debes ser consistente, incluso cuando no es conveniente, cómodo o fácil".

Epicteto

Ponerse objetivos y trazar un plan es importante, pero no es suficiente.

Los resultados son siempre fruto de un proceso, no de acciones aisladas. El efecto de pequeñas acciones repetidas a diario se potencia con el tiempo.

Por eso es mucho más importante que disfrutes del camino que centrarte en los objetivos o el destino.

No existe la línea de meta en el proceso de mejora.

Debes centrarte en la acción que tienes delante que es lo que realmente puedes modificar ahora mismo.

Ejemplo:

  • Tu próxima comida. (¿Sana o ultraprocesada?)

  • Tu próximo entrenamiento. (¿No entrenas o le das 30 minutos de alta intensidad?)

  • La hora en la que te acuestas esta noche. (¿Te acuestas a las 23:30h o a las 22h y así descansas más?)

Si te fijas, la mayoría de las personas que pierden peso lo acaban recuperando con el tiempo.

¿Sabes por qué sucede esto?

Porque una vez que logran su objetivo sienten que ya lo han conseguido y se dan por vendidos en su proceso de mejora, por lo que finalmente regresan a los hábitos antiguos y con ellos también regresan los kilos perdidos.

Consejo de Epicteto para ponerse objetivos y hábitos.

Si no quieres ser malhumorado, no alimentes el hábito. No le des nada que promueva su crecimiento. Mantén silencio y cuenta los días en los que no te has dejado enfadar. "Solía enfadarme cada día, después cada dos días, después cada tres o cuatro días". Los malos hábitos son primero debilitados y después destruidos.

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